Hecha la digestión de la gran cena del pescado de anoche (Halibut,
que el bacalao no está en temporada), y tras el reparador sueño acompañado por
sol, hemos salido de las Lofoten hacia el norte. Nuestra gran amiga, la
lluvia, nos ha vuelto a hacer compañía, aunque no con demasiada pertinacia.
Esta tarde, por ejemplo, el sol nos ha ayudado a disfrutar de una apacible
siesta.
Hemos llegado a Tromso a mediodía, y, tras comer, hemos
dedicado la tarde al lavado y secado de ropa.
Ya hemos completado otra etapa, nos vamos acercando a
nuestra meta. Ya estamos a tiro de piedra.
Mañana será otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario