viernes, 31 de mayo de 2013
OSLO - BERGEN
El trayecto ha durado más de nueve horas (unos 500 km), pero ha merecido la pena. Hemos recorrido la carretera E16, que recomendamos a todo el que quiera disfrutar de un gran experiencia. La carretera está llena de curvas, pero con unas vistas espectaculares. Unos lagos de aguas tan tranquilas que se reflejaba la otra orilla como en un espejo: los distintos tonos de verde se veían duplicados en unas aguas que no nos dejaban distingur dónde acababa la ribera y dónde empezaba su reflejo. Luego, unos ríos caudalosos, unas cascadas preciosas. Faltan las palabras. Ha llovido a ratos, a ratos ha lucido un tímido sol, pero siembre ante unos paisajes inolvidables. Y todo ello gracias a Tom-Tom que nos ha guiado con firmes ondas electromagnéticas y a las manos del conductor, que no ha dudado en seguir sus indicaciones. Al final, nos hemos encontrado con un puerto de montaña lleno de nieve, en el que se notaban los restos de un glaciar, embalsado de agua con trocitos de hielo flotando (como "on the rocks"). Hemos llegado a Bergen tras pasar por innumerables (millones, sin exagerar) túneles, desde 200 m hasta de 11 km.
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¿Y la foto para morirnos de envidia?
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